viernes, 21 de diciembre de 2007

Con amor todo es posible

¿Por qué llorar si no perdí nada?
¿Por qué llorar si aún sigo viva? ¿Por qué vivir si no puedo llorar... siquiera de felicidad?
No es justo fingir que no sé llorar, cuando es mi especialidad.
Reconozco que no me gusta llorar; hubo un tiempo en el que si. Lloraba de angustia o simplemente porque si. Pero hoy tengo un motivo por el cual llorar, y no presisamente de angustia o depresión; no presisamente porque si. Sino que aprendí a llorar con verdadera razón. Razón de la que antes no tenía capacidad...
No fui necia, porque cambié de parecer. Encontré en mi interior la luz que se apagó y hoy se encendió. Aún me cuesta aceptarlo, me acostumbré a la oscuridad, pero lo reconozco con orgullo. Encontré motivos por los cuales pelear sin dejar de ser yo, y encontré motivos para llorar, ni de angustia ni de felicidad, sino por un capricho de malacostumbrar. Me acostumbré a la compañía que nunca habíe tenido y ahora no me quiero alejar; me acostumbré a sentirme segura y tener alguien con quien hablar, nadie imaginario; me acostumbré a afrontar las cosas como son y a decirlas con naturalidad; a incluir el amor en todo lo que pueda llegar a hacer, me acostumbré a aprender más cosas de las que había aprendido en mi vida, en solamente 7 meses...
Ya no quiero seguir llorando por motivos absurdos que carecen de complejidad. No quiero volver a ser yo, porque ahora soy yo.
Me sacaste de la botella en la que naufragué al chocarme con la inconsciencia. Aprendí de la conciencia y del amor, aprendí de vos... cuando te conocí. Aprendí tantas cosas que no podría haber aprendido sola, a animarme un poco más, sin salirme de mis límites. A tomar las cosas como son, y porque no, también como no son, y ver más allá de lo que se puede ver. Sentir miedo y alegría al mismo tiempo. Qué irónico.
Las estrellas no mienten, ¿no? No, porque no sienten. Pero mi corazón si siente, y no miento. No miento al decirte que "te amo con todo mi corazón", no miento al decirte que "mi corazón te extraña" y te va a extrañar... asi como siempre te va a amar. ♥

~Felices 7 meses (Atrasado, disculpame por no postear antes ^^')~

Gracias por todo lo lindo que compartimos :)
Gracias por dejarme amarte, y gracias por amarme tanto.

Nunca te alejes de mi...

domingo, 2 de diciembre de 2007

"Y allí no hay ni calma ni silencio."


¿Por qué motivo ha de llorar? Sus manos conducidas por un leve temblor, claman en su ambiente la melodía de una melancólica canción. Las lágrimas retumban al caer y tiñen el suelo con un leve surrealismo angelical. No intentó contrarestar su llanto con sonrisa alguna. ¿Por qué tan dulce melodía acompaña un llanto tan remordedor? Sus delgadas manos parecen danzar al compás del dolor; ¿Qué inhumano ser viváz permitiera semejante atrocidad?
Corta de años, y de bienestar. Con dos lunas como ojos, blanquesinos sin luz propia, se mantienen fieles a aquel horizonte lejano que nunca se vé. Fieles a la nada, sueñan ser algo que nunca podrán ser.
Sentada sobre roble a su preciado piano de Malaca, entona la sutil melodía que no debe ser entonada. Un cantar celestial,una advertencia al corazón. Su pureza corrompe el entorno grotesco que la rodea, su aura provalece intocable sobre la corteza terrenal que deshonra su nombre.
Mientras que aquella soledad; aquella incansable batalladora que se niega a dejarla en libertad, la enlaza con su más preciada posesión a olvidar el presente en su interior. Está enjaulada en las preciosas melodías que deslumbran hasta a los oídos más sordos y a la mente más ignorante; está sumida en la ensoñación de danzar sobre el gentío voráz y mostrar su espiritualidad. Enseñar lo que su piano le mostró. Pequeña pianista de una reciente década juvenil, ¿No pretendes mutar tu criatura divina? ¿No pretendes aprender a sonreir?
Robas lágrimas y exclamaciones de los demás; sonsacas sonrisas a cambio de una melodía. ¿Es justa tu felicidad?
Siempre vestida de seda, de cabellos de chocolate y zapatitos de charol. Tu tez blanca contrasta y disipa la oscuridad que genera tu canción, que genera tu arte, diurno. Princesa, niña que todo lo tiene, menos felicidad. No pasas hambre ni acumulas deseos ni peticiones, no entiendes de charlas complejas ni de lecturas filosóficas. ¿Por qué cargas con esta pena? ¿Dejas tus regalos sin abrir? Eres como una muñeca, probablemente lo seas. Una frágil muñequita de porcelana, siempre quieta sobre su piano, con su vestido de seda negro, con puntillas blancas. Con sus medias blancas hasta la rodilla y zapatitos de charol, siempre lustrados. Con dos trenzas de cada lado atadas hacia arriba con una leve caída. Tu flequillo largo, que tapa tus ojos desconociendo su color, ocultándolos al mundo... Tus manos tan tiesas, bailarinas o ilusionistas. ¿En qué reposas? ¿Duermes por las noches... ? ¿Contemplas la luna con amabilidad o con regocijo? Reposa sobre cuerdas, y sueña con melodías.